“HISTORIA DE UNA MAESTRA”
Una tarde de domingo.
Aburrimiento en cuarto creciente, haciéndose cada vez más y más inevitable.
Nada en la televisión, mal tiempo, la “play” ocupada, un poco cansados ya de
tanto chateo en el móvil… ¿Qué hacer? ¿Y
si buscáramos un libro? ¡Un libro! Bueno, ¿y por qué no?
¿Qué tal este mismo, del que
habéis leído en el blog del instituto, “Historia de una maestra”, por ejemplo?
Nos lo recomendó el profe de Historia, creo recordar. Parece sencillo de leer y tiene letra grande,
no te dejas los ojos leyéndolo. Quién sabe. ¿ Recordáis de qué iba?
Son los recuerdos de una
maestra que cuenta su vida, desde que empezó muy jovencilla a enseñar de pueblo
en pueblo, en el norte de Castilla, allá por los años veinte, hasta el final de
la guerra civil. Tiempos duros y terribles los que vivió esta mujer, de nombre
Gabriela, siempre luchando, intentando enseñar a niños y padres a sacudirse la
ignorancia y la pobreza en la que viven, abandonados de todos, y dominados por
los poderosos del lugar, el alcalde, el cacique del pueblo, el cura… los que
durante generaciones han dominado. Y de repente ella, una mujer en un mundo de
hombres, sola casi siempre (después se casará con otro maestro), llena de
ilusiones y de coraje, que tiene un sueño: poder sacar a esas pobres gentes de
la miseria y el atraso en el que viven
llevándoles su promesa de libertad (para que os hagáis una idea, no sabían ni el mes ni el año en que estaban.
Su vida era trabajar el campo, levantarse al amanecer y acostarse al anochecer.
Nacían, trabajaban, y morían. Poco más).
La propia maestra compartirá su pobreza con ellos (no es broma lo que entonces
se decía: “pasas más hambre que un
maestro de escuela”¡ Y debía ser un caso extraño porque eran pocas las mujeres
independientes entonces. Su aspiración máxima era casarse.)
Puede parecer una historia
triste, pero no hay que asustarse por ello. Pensad que esa época, que aunque lo
parezca no queda tan lejana, no fue precisamente una fiesta. Gabriela verá como
en España nace la república, un periodo lleno de idealismo en el que se intentó
que cambiasen las cosas y que dio muchísima importancia a la educación
construyendo miles de escuelas y llevando la cultura (el teatro, la música, el
cine, la poesía, los títeres…) a todos los rincones de nuestro país. Pero
también verá como la violencia acabará estallando por culpa de los odios
acumulados, sobre todo por el injusto reparto de la riqueza y porque los que
siempre dominaron no estaban dispuestos a ceder su dominio, entre otras muchas
cosas. Y llegará la revolución de
Asturias de 1934 y la guerra civil, anegando sus sueños, como los de tantos
otros.
Todo esto lo iremos viendo a
través de los ojos de nuestra maestra, que también nos hablará de su estancia
en una pequeña colonia española en el
África negra, Guinea Ecuatorial. Allí se dará cuenta del racismo y la crueldad
del comportamiento de los españoles con los africanos, quedando horrorizada,
pero también vivirá una experiencia que recordará siempre…
En fin, no sé si he conseguido
convenceros, pero sabed que si os animáis, esta novela no os decepcionará. En ella se respira dignidad y esperanza. Y
eso, como sabéis bien, es motivo más que suficiente. ¿Qué apostáis?
Por cierto, que no os he
hablado de la autora del libro. Se llama Josefina Aldecoa, y además de
novelista, fundó un colegio en Madrid que hoy dirige su hija. En esta novela
hace un homenaje a los maestros y maestras que se dejaron la piel defendiendo
los valores de la libertad y que pagaron un alto precio por ello. Curiosamente,
el apellido es el de su marido, el famoso escritor Ignacio Aldecoa.
Josefina Aldecoa: “Historia de
una maestra”. Barcelona, Editorial
Anagrama, 1990.
(Alberto Rodríguez Zorilla)
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